Hasta el COÑO.

Como decía Simone de Beauvoir:   No se nace mujer, se llega a serlo.

Desde pequeñas tenemos el heteropatriarcado SIEMPRE presente: "Sé esto, sé lo otro, sino haces aquello no le gustarás a X chico, juega con estas muñecas, ¿por qué te interesan los deportes? mejor las cocinitas, viste así, no 'enseñes demasiado', no 'provoques', estate calladita..." Y un larguísimo etc.
Si estudiamos la historia, nunca veremos que las mujeres hayan gozado de una libertad como los hombres. Siempre hemos sido las oprimidas, el "sexo débil", las calladitas, las inútiles, las tontas, las sumisas... 
Nosotras, al igual que nuestras abuelas que han luchado contra esto en un pasado, y que nuestras hermanas que luchan en un presente, también estamos hasta el coño y venimos a reclamar lo que es nuestro: NUESTRO CUERPO, NUESTROS DERECHOS Y LAS POLLAS QUE NOS OPRIMEN Y SE QUEDAN TAN A GUSTO, LAS QUEREMOS EN UNA BATIDORA.