Todo este revuelo de las confirmaciones del Viña Rock tales como Costa,
Natos&Waor, Los Chikos del Maíz (Nega) y demases, me ha hecho reflexionar
sobre la hipocresía de la gente que escucha a estos personajes de sexismo
integrado hasta en la médula.
Se critica mucho el reggaetón (género musical del que personalmente no
soy fan) diciendo que es súper machista, cuando esa afirmación se puede
extrapolar al rap de habla hispana. No, no todo el rap es machista y no, no
todo el reggaetón es machista. Pero al segundo se le adjudica en mayor medida
esta actitud. La gracia de todo radica en que muchos de los que repiten esto
sin cesar escuchan raperos que no hacen más que cosificar a la mujer.
«Yo la zurro en los labios, no dice nada, me agarra de los huevos, escupe y traga, en sus tetas y en su cara...»
«Cazador de leonas y de jirafas, en esta jungla mandan mis rifles y mis balas, sin piedad, sin condón, con amor nada, lo que parece Aquopolis es tu puta raja. Es mi lenguaje aunque vengáis de Marte voy a matarte con mi rabo.»
Patente, ¿no? Pues no es más que una de las muestras más transparentes de todo este mundo que se inventó el bling-bling; el de fardar. Y si fardas de pibas, ya eres lo más.
¿Más ejemplos?
«Feminismo es Tania Sánchez, no filósofa frívola.»
Pero, Nega, ¿ahora nos vas a repartir carnets de feminismo? ¿Después de
piezas como «Gente V.I.P.»?
Y seguimos.
«Me rompí la cara por zorras que no lo merecían.»
«To guapa pero to puta. Hazte un porro, bonita. En nuestra cita tu a fanta yo a copas.»
Y os regalo un extra.
«Muévelo cerda, culos y tetas»
«Mi vida se parece a la de tu padre: pagar facturas y educarte»
Reduciendo a la mujer como un mero objeto, claro que sí. Y ya que
estamos pues en el videoclip la exhibimos como tal.
Todo esto nos lleva también a la invisibilización de raperas. Ya
podemos ver como en el cartel del Viña Rock solo aparecen dos nombres femeninos
de veinte participantes: Ana Tijoux y Mala Rodríguez. Y es que, ¿acaso ellas
son las únicas? Ni mucho menos, hay un gran número de raperas de las que apenas
se habla. Y cuando alguno de sus temas destaca podemos ver comentarios juzgando
su aspecto físico en vez de lo que podemos escuchar de ellas. Un ejemplo es en
este vídeo de Le Fay:
Otras raperas como Arianna
Puello, Shuga Wuga, Wöyza, Zeta Drastyka o Gabylonia son solo unos pocos
ejemplos, reivindicando en algunas de sus canciones la manera en que son
juzgadas por su sexo.
«Ves que soy una mujer y no
quieres ver en mi algo más que eso» dice Wöyza en su canción Vendrás Detrás;
«Pensarás para ser una piba no lo hago tan mal ¿verdad? Me separas por raza,
sexo o edad» dice Zeta Drastyka en
Nadie dijo que fuera a ser sencillo.
En realidad, esto también podemos extrapolarlo a otros géneros
musicales. Pero me choca de una manera demasiado exagerada que el rap, que se
supone que es una manera de llevar un mensaje con contenido, se haya convertido
desde hace años hasta ahora en un mercado más del patriarcado para
invisibilizar, y exhibir a la mujer como un objeto de usar y tirar.
Luchar por el feminismo dentro del ámbito musical es igual de importante
que hacerlo en otros espacios. Y para
terminar un regalito del último trabajo de Anita Tijoux.