La custodia. ¿Privilegio?
SOBRE EL AMOR ROMÁNTICO (TÓXICO)
El amor romántico supone que enamorarse signifique centrar toda tu vida en una persona y que se convierta en todo tu centro, además de llegar a perder todo contacto con familiares y amigues en muchos casos y más a menudo disminuirlo.
Siempre nos han vendido desde pequeñes que el amor siempre es monógamo y heterosexual; además de tener como objetivo casarnos, tener hijes, encontrar el «amor verdadero» y que además las personas solteras nos den pena y pensemos que «está sola».
Se nos habla de un «amor verdadero y eterno», una media naranja que si no encontramos es porque tenemos mala suerte o somos unes perdedores. Este amor se caracteriza porque “lo puede todo”, “lo sacrifica todo” o “lo perdona todo” incluyendo nuestra integridad física, felicidad, carrera, estudios, residencia, etc.
A la mujer se la ha bombardeado desde pequeña con que este amor nos importa más que a los hombres y con la idea de que los celos incluso si no son controladores (el culmen de los celos) se consideran una prueba de amor y como un acto incluso divertido. Pero, ¿qué son los celos? No son más que un signo de posesión el cual demuestra comportamientos que hacen pensar que una persona te pertenece emocional o sexualmente. Además de que las personas celosas, en muchos casos son personas con autoestima baja creándoles tendencia a poseer a otras personas y necesitando ver que alguien les prefiere a ellas y así "sentirse más querides". Esto, nos lleva a como el amor romántico (tóxico) nos dice que es imposible amar a dos personas a la vez, rechazando el poliamor y diciendo que este tipo de amor (el poliamor) es significado de “amar menos”; pero…¿no amamos a nuestros familiares, a todos a la vez? ¿no amamos a nuestros amigues? ¿por qué el amor emocional-afectivo sólo se le puede dar a una persona? ¿por qué no podemos enamorarnos de varias personas a la vez?. Es tan sencillo responder a estas preguntas como que el amor romántico perpetúa el pensamiento patriarcal de que la reproducción sólo se puede dar en parejas monógamas heterosexuales, es decir, relegar a la mujer al trabajo reproductivo.
Se nos ha metido en la cabeza también, frases como: «Quien bien te quiere te hará sufrir» o «El amor duele». No compañeres, ni el amor duele ni te tiene que hacer sufrir. Al contrario.
Con el amor romántico perdemos la intimidad porque “tenemos la obligación” de contarle TODO a la otra persona porque el amor “no tiene secretos”. Acaba despersonalizándonos y haciéndonos perder nuestra individualidad privada ya que todas nuestras conversaciones, comentarios, estados en redes sociales...pasan a ser sobre la pareja, puesto que es «el centro de tu vida». Además, hace que dejemos de hacer ciertas actividades que antes nos encantaba hacer porque en tal caso “no tendrías tiempo para estar con elle”.
También nos hace creer que frases de canciones al estilo «Sin ti no soy nada», «He nacido para amarte-hacerte feliz-cuidarte» te parezcan bonitas y normales. Y así, una cantidad enorme de cosas.
El amor romántico en definitiva es: «una mezcla de deseo emocional y sexual que se caracteriza por la renuncia y el olvido de une misme, la exclusividad emocional y sexual, y el carácter incondicional y de durabilidad (el “es para toda la vida”). Cabe mencionar que el amor romántico influenció de manera más intensa a las mujeres porque les ofrecía una forma de “liberación” dado que representa la promesa de la felicidad eterna al lado de la pareja perfecta.»
Entonces, ¿es malo enamorarse?
Rotundamente no, enamorarse no es malo, lo malo es que tu vida deje de ser tu vida para convertirse en la de otra persona, centrarlo todo en alguien olvidándote de ti.
Tampoco es malo tener una relación monógama siempre y cuando esta relación no sea tóxica y haya un acuerdo consensuado y no dañino para ninguna de las partes.
Comprendemos enamorarse como sentirse especialmente atraíde y cómode con alguien. Nos dicen que sin amor no somos nada, no somos personas, cuando esta afirmación es completamente falsa y nos siguen bombardeando con la idea del amor romántico diariamente: a través de anuncios (ej: perfumes), películas (ej: 50 Sombras de Grey, Crepúsculo), libros, música, etc.
Amor y amor romántico son conceptos opuestos. Aunque parezcan sinónimos NO LO SON. Aboguemos por un amor libre y sano, lejos de las ideas patriarcales de que una relación tóxica es buena.
Fuentes: http://feministadas.blogspot.com.es/2014/09/la-falacia-del-amor-romantico.html
¿Rap? Sí, pero antipatriarcal
La realidad actual
Diez años callada.
Él siempre tan gracioso, cariñoso, me hacía rabiar todos los domingos que comíamos donde la abuela. Hasta se inventaba canciones con mi nombre y luego me las cantaba. Yo me reía como una niña de 7 añitos.
Un día me propuso jugar al escondite. A mi me tocaba esconderme, y sin duda elegí la bañera del baño de la abuela. Pero me encontró y perdí.
Sí, perdí el juego, y lo que no sabía es que en ese mismo escondite perdería toda la inocencia que puede caber en una niña.
Yo no sabía lo que estaba pasando, sólo que me estaba haciendo daño; le decía que parase, que no me gustaba. Pero no me hacía ni caso.
Eso pasó varias veces durante un tiempo. Recuerdo una vez que entré a su casa al baño, mis amigas me esperaban abajo, y yo fui a salir cuando me encerró en su habitación y volvió a repetirse la misma historia. "Como se lo cuentes a alguien podrá pasar lo peor". Y le hice caso, sin saber el por qué de lo que estaba pasando.
No lo volvió a hacer desde aquel día. Pasaron los años, mi trato con él no cambió, el seguía haciéndome reír como siempre. Pero yo sí cambié. ¡Joder, que si cambié! Me fui dando cuenta de lo que realmente había pasado. Y siguen pasando los años, cada vez pasa más tiempo, pero lo siento más cerca. El miedo se apodera de mi.
Qué casualidad que todos mis ex novios me hayan hecho la misma pregunta: "¿por qué tiemblas?" -No lo sé. "¿Estás nerviosa?" -No.
No puedo caminar tranquila, mirando al frente, como hace la mayoría de la gente. No puedo hacer nada "normal" porque ese recuerdo no para de atormentarme.
No puedo sacarlo de mi. Levantarme cada mañana es condenarme a la autodestrucción.
Después de todos estos años sigo sin poder conciliar el sueño de la misma manera.
Él sigue haciéndome rabiar. Sigue siendo tan cariñoso como antes. Yo hago que me río porque tengo miedo. No quiero que me mire porque, si lo hiciera, se daría cuenta de que mi mente aún recuerda esa tortura, y vería mis ojos arder.
-Anónima




